- La falta de profesionales amenaza con convertirse en el próximo cuello de botella de múltiples sectores. ¿Los más afectados?: los vinculados a profesiones técnicas. Más del 40% de empresas tecnológicas tienen dificultades a la hora afrontar proyectos, a la vez que esto les genera graves problemas de competitividad.
- La solución no solo pasa por la búsqueda de personal fuera de las fronteras, sino que las empresas están poniendo en práctica diferentes estrategias de contratación que ayuden a paliar esta necesidad, entre ellas, la formación propia o programas de retención de talento.
En este artículo te contamos cómo está afectando a las empresas del sector industrial-tecnológico la falta de profesionales cualificados y qué medidas pueden tomar para reducir la brecha.
Tendencias en el mercado laboral industrial
El sector industrial está experimentando cambios significativos en su capital humano. La demanda de habilidades especializadas, impulsadas por la evolución tecnológica, está transformando la forma en que las empresas buscan y retienen talento.
Solamente en España, el sector industrial necesitará durante los próximos tres años la incorporación de más de 90.000 profesionales expertos en datos y en Inteligencia Artificial para poder llevar a cabo sus proyectos y competir a nivel internacional.
Por esta razón, antes que buscar talento fuera, el desafío para las empresas a corto plazo está en capacitar a sus trabajadores para cerrar esta brecha, generando una transformación desde el interior de las organizaciones a través de planes de formación in company.
Asimismo, a nivel nacional otros sectores como el del metal necesitan alrededor de 150.000 empleados formados en profesiones como la de soldador, tubero, calderero y similares, para poder hacer frente a proyectos y mantener una posición competitiva a nivel internacional.
Comunidades Autónomas como Galicia cifran las necesidades de este sector en 1.500 empleos directos y 800 indirectos. Según la Asociación del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia, Asime, organizadora de la feria Mindtech: “Estamos en una situación sin precedentes en nuestra industria, las empresas sobreviven con personal propio, pero en muchas ocasiones tienen dificultades para asumir nuevos proyectos”.
¿Cómo es posible reducir esta brecha laboral?
Algunas de las medidas más eficaces son el impulso de planes de formación específicos, impulsados por Administraciones Públicas y empresas a título propio. Estos planes de formación recogen acciones formativas demandadas por las empresas del sector y las necesidades de competencias profesionales vinculadas al desempeño de determinados puestos de trabajo.
Asimismo, los interlocutores sociales, como las asociaciones empresariales, cobran un gran papel a la hora de ejecutar los programas de formación laboral y trasladar las necesidades del sector a entidades públicas, para abordar con un consenso generalizado las actuaciones y lograr, así, una mayor inserción laboral de los perfiles demandados.
Por último, resaltar el papel clave que juegan los centros de Formación Profesional Dual, es decir, una formación que combina la teoría y la práctica a lo largo de todo el ciclo con el objetivo de incrementar la inserción laboral, uniendo centros educativos, alumnos y empresas. Esta práctica impulsada en Alemania y replicada por España en el año 2012 se presenta como el futuro de los puestos de trabajo; de hecho, el Ministerio de Educación y Formación Profesional cifra en un 60% los profesionales demandados con esta formación.
En términos prácticos y en vista de las demandas del sector industrial, formaciones vinculadas a profesiones STEM tienen una demanda del 40% del alumnado. Una clara muestra de que el mundo laboral presenta constantes cambios en las necesidades empleos, marcados por las transiciones demográfica, ecológica y digital. Ante esta situación, las formaciones impulsadas por las administraciones públicas, la formación interna y los centros de formación dual son algunas de las medidas más adecuadas para reducir la brecha laboral.
¿Qué hace Europa?
Desde la Comisión Europea, advierten de que lo peor está por llegar, poniendo énfasis en la escasez de profesionales cualificados en construcción, sanidad y nuevas tecnologías.
El principal factor que explica esta falta generalizada de profesionales es la tendencia demográfica negativa. Desde Europa señalan que las medidas deben ser, por tanto, a largo plazo, ya que el problema se verá agravado en el futuro ante el envejecimiento de la población europea.
Para capear el temporal, Europa ya está poniendo en marcha iniciativas, como la asignación de 64.800 millones de euros procedentes del presupuesto de la UE y los fondos NextGeneration. Se pretende así apoyar las políticas de empleo de los estados miembros e impulsar la eliminación de las barreras que existen para ingresar en el mercado laboral, mejorarando las condiciones de trabajo y los incentivos financieros para promover la migración laboral especializada entre países de la Unión. Está por ver si estas medidas serán necesarias para atajar un problema que es ya endémico en el “viejo” continente Europeo.