- En un mundo cada vez más digitalizado, el crecimiento exponencial de tecnologías como la IA, los centros de datos y las criptomonedas está generando un aumento significativo en el consumo de electricidad.
- Se prevé que este se duplique para el año 2026, planteando desafíos significativos en términos de sostenibilidad y eficiencia energética.
- El crecimiento del consumo energético global cayó del 2.4% al 2.2% en 2023, pero se espera que aumente al 3.4% hasta 2026. China e India serán las principales contribuyentes a este crecimiento.
Centros de datos
Los centros de datos son infraestructuras críticas que albergan servidores y equipos de red necesarios para el procesamiento y almacenamiento de información digital. Un tercio de ellos ubicados en Estados Unidos.
Con el auge del almacenamiento en la nube, el streaming de contenido, la inteligencia artificial y otras tecnologías basadas en datos, la demanda de capacidad de procesamiento y almacenamiento está en constante crecimiento. Esto se traduce directamente en un mayor consumo de energía para mantener estos centros de datos en funcionamiento.
Alrededor del 1% de energía mundial es consumida por estos centros. Se estima que actualmente, de esa energía, el 40% se usa para las operaciones de cómputo, otro 40% se emplea para enfriar los equipos y el 20% restante está relacionado con otros dispositivos de información.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial es una tecnología imparable que está teniendo una gran aplicación en diversas industrias, desde la salud y la automoción hasta las finanzas y la logística, pero también requiere de enormes cantidades de datos y un procesamiento intensivo.
Se espera que el consumo de energía de la IA aumente diez veces entre 2023 y 2026. Solo ChatGPT consumiría casi 10 TWh por año en ese período, y es que cada solicitud de ChatGPT consume casi diez veces la energía de una búsqueda en Google.
Poniendo los datos sobre la mesa, únicamente el desarrollo de GPT-3 de OpenAI supuso un consumo de 78,437 kWh, lo que equivale al consumo energético medio de un hogar español durante 23 años. Estas cifras demuestran la necesidad imperiosa de lograr medidas de eficiencia energética vinculadas a esta tecnología.
Criptomonedas
En cuanto a las criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, han ganado popularidad en los últimos años como forma de inversión y medio de intercambio descentralizado. Sin embargo, el proceso de minería de criptomonedas, que implica resolver complejos problemas matemáticos para verificar transacciones y asegurar la red, requiere una cantidad considerable de poder de cómputo y, por ende, de electricidad.
En términos específicos, Bitcoin consumió 120 TWh en 2023, de un total de 130 TWh utilizados en toda la minería de criptomonedas. Esta última cifra aumentó desde los 110 TWh en 2022, cuando representaba el 0.4% del consumo mundial de energía. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) predice que la minería de criptomonedas utilizará 160 TWh para 2026, es decir, un incremento del 30% hasta la fecha.
Ante esta disyuntiva, la AIE estima que el consumo de los centros de datos, junto a la IA y la criptominería, podría hacer que el consumo de electricidad oscile entre 620 y 1.050 TWh en 2026. Para poner en perspectiva, el gasto adicional en los periodos entre 2023 y 2026 equivaldrían a todo el consumo de países como Alemania o Suecia. La dimensión final del incremento dependerá del ritmo de implementación, pero es evidente que, a medida que las nuevas tecnologías avanzan, se vuelve cada vez más importante el alcance de mejoras en eficiencia energética y renovables que hagan posible esta nueva revolución, sin comprometer los objetivos de sostenibilidad del planeta.