- El pasado 1 de enero de 2023 entró en vigor en España el nuevo Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico no Reutilizables. Este tributo grava el plástico no reciclado, repercutiendo en la mayoría de las empresas industriales.
- El nuevo impuesto recae sobre la fabricación, la importación o la adquisición intracomunitaria de envases no reutilizables que contengan plástico, tanto si estos se presentan vacíos como si estuvieran conteniendo, protegiendo, manipulando, distribuyendo o presentando mercancías.
¿Qué productos quedan afectados?
El pago de este impuesto está vinculado a una serie de artículos fabricados en plástico, como los envases no reutilizables, los productos plásticos semielaborados para fabricar envases, así como los productos que contienen este material para permitir el cierre, la comercialización o presentación de envases que no se pueden volver a utilizar, como cajas, cintas de embalaje y rollos films, siendo el coste de 0,45€ por cada kilo de plástico no reciclado.
Los productos que no están alcanzados son las pinturas, lacas, tintas o adhesivos destinados a proteger productos; así como las importaciones intracomunitarias de envases cuya cantidad de plástico no reciclado sea menor a los 5 kg.
Repercusiones en el precio
Con esta aplicación se espera que exista una repercusión importante en los precios industriales, que den lugar a incrementos en los costes donde la mayoría de las veces se traslada al propio consumidor final.
Contra este impuesto, más de 40.000 empresas agrupadas en diferentes patronales han mostrado su disconformidad porque ven en riesgo sus empleos y la suma de un hándicap más a la situación vivida con el encarecimiento de las materias primas, los costes energéticos y la falta de profesionales cualificado.
Objetivo del impuesto
El objetivo del impuesto no es otra que frenar la contaminación y favorecer la economía circular, fomentando así la búsqueda de nuevos materiales de envasado y el reciclado de los residuos de plástico.
Las cifras que nos arroja la OCDE, es que a nivel global, se está generando el doble de residuos plásticos que hace dos décadas y lo más preocupante es que solo el 9% del total se recicla con éxito.
Dentro de este panorama, España es un referente en reciclaje de plásticos y se posiciona como el segundo país de la Unión Europea en reciclado de envases con un índice total de reciclado de envases (domésticos, comerciales e industriales) del 50,7% en 2019 y de un 51,5% en 2020, superando la tasa media europea que coloca en el 46%, según informes de Eurostat.
Qué medidas toman las empresas
Ante esta situación y con un futuro en donde las medidas serán todavía más exigentes en materia de descarbonización, las empresas están obligadas a elaborar nuevos procesos productivos y apostar por estrategias de economía circular.
El reto de reducir en un 50% el plástico de un solo uso para 2026 pone en jaque a las empresas por el retador y ambicioso compromiso, debido a que los plásticos cada vez son más demandados en la sociedad y esto genera tensiones, siendo en estos momentos más caro comprar una tonelada de material reciclado que otra que sea virgen.
Pese a que algunas estrategias sirvan como paliativo a corto plazo, lo cierto es que la industria vive cambios de recomposición en donde la apuesta por el IoT, automatización, energías renovables o la propia economía circular son necesarias para acercarse a una industria 4.0 sólida y próspera a largo plazo.