- Las energías renovables han superado a los combustibles fósiles en Europa, representando ya más del 56% del mix energético en países como España, lo que ha permitido un ahorro de 59.000 millones de euros en importaciones de gas y carbón.
- La digitalización y la innovación industrial están acelerando la transición energética, con tecnologías como el hidrógeno verde, la automatización y la electrificación del transporte, optimizando el consumo y reduciendo la huella de carbono en sectores clave.
Energías renovables superan a los combustibles fósiles
La transición hacia una economía verde en Europa está experimentando un avance notable, impulsado por el crecimiento de las energías renovables y la consecuente reducción en la dependencia de combustibles fósiles.
Desde la implementación del Pacto Verde Europeo en 2019, la Unión Europea ha logrado disminuir significativamente sus importaciones de gas y carbón, generando un ahorro estimado de 59.000 millones de euros.
Crecimiento de las energías renovables
En 2024, las energías renovables representaron el 56% del mix energético español, un incremento del 11% respecto al año anterior. Este crecimiento se debe en gran medida a la expansión de la energía solar y eólica.
- La energía solar ya cubre el 11% de la demanda eléctrica europea, superando por primera vez al carbón, que se sitúa en un 10%.
- La energía eólica aporta un 17%, superando al gas por segundo año consecutivo.
Estos datos demuestran que la apuesta por las renovables no solo es viable, sino que está desplazando a los combustibles fósiles de manera acelerada.
Beneficios económicos y ambientales
La adopción de energías renovables no solo contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ofrece ventajas económicas significativas:
- El autoconsumo solar genera ahorros medios de 1.000 euros anuales por hogar, con un periodo de amortización de aproximadamente 6,2 años.
- La aerotermia está ganando popularidad debido a su alta rentabilidad y bajas emisiones de carbono.
Esto demuestra que invertir en energías renovables no solo ayuda al medio ambiente, sino que también es económicamente beneficioso para el conjunto de la sociedad y las empresas.
El papel de la industria y la digitalización en la transición energética
Además del sector residencial, la industria juega un papel clave en la transformación energética en Europa. Las empresas están adoptando modelos de producción más sostenibles para reducir su huella de carbono y mejorar su eficiencia energética.
- Industria 4.0 y eficiencia energética: La integración de la digitalización y la automatización está optimizando el consumo energético en sectores clave como la manufactura, el transporte y la logística. Sensores inteligentes y sistemas de gestión energética permiten reducir el desperdicio de energía y maximizar el uso de fuentes renovables.
- El hidrógeno verde como alternativa industrial: Muchas industrias están comenzando a reemplazar los combustibles fósiles con hidrógeno verde, una fuente de energía limpia que puede usarse en procesos industriales intensivos, como la producción de acero y la fabricación de productos químicos.
- Electrificación del transporte y la logística: Empresas de transporte están apostando por vehículos eléctricos y sistemas de carga inteligentes, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles en un sector clave para la economía global.
Desafíos y perspectivas futuras
A pesar de los avances, la transición energética enfrenta algunos desafíos:
- Burocracia excesiva que puede frenar la descarbonización.
- Garantizar una competencia justa en el mercado energético.
- Cambio de rumbo de la nueva administración Trump, que ya ha amenazado con abandonar sus compromisos climáticos internacionales.
Para abordar estos desafíos, la Comisión Europea ha presentado la «Brújula de Competitividad», un plan que busca aumentar la autonomía de la UE mediante la productividad y la innovación. Esto permitirá una mayor desregulación y unificación para mejorar la eficiencia y fomentar una coordinación económica más profunda entre los estados miembros y las empresas privadas.
Conclusión
Europa está avanzando hacia un futuro más sostenible, donde las energías renovables desempeñan un papel central en la reducción de emisiones y la promoción de una economía más verde y autónoma. La transición energética no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad económica y social para el desarrollo de un modelo más eficiente y resiliente. Sin embargo, Europa no puede ser una isla, si el resto de países tractores, especialmente EEUU, no se suman a los compromisos climáticos, el efecto de esta transición puede quedar diluido y suponer también una pérdida de competitividad para Europa, por tener estándares climáticos más exigentes que sus competidores.