- Por primera vez en la historia, se ha conseguido generar energía ilimitada, barata y limpia a través de la fusión nuclear. Este hito sin precedentes abre la puerta a un sinfín de posibilidades energéticas no contaminantes. Tanto es así que un vaso de agua produciría energía para una familia de cuatro personas durante 40 años.
- Este hallazgo es un hito histórico que abre un camino prometedor, pero mientras se sigue desarrollando esta nueva posibilidad energética, el mundo sigue trabajando en otras fuentes de energía renovables para el futuro inminente: la electrificación, el hidrógeno, la energía eólica o la fotovoltaica.
La fusión nuclear: un hito histórico
Por primera vez en la historia, se ha logrado replicar en un laboratorio lo que sucede naturalmente dentro de una estrella: hacer fusión nuclear. Este experimento, que aún está lejos de su implementación comercial, marca una revolución energética total, que implicaría dejar de lado el uso de combustibles fósiles y dar paso a un futuro de energía barata y libre de emisiones.
En términos técnicos, se trata de una reacción nuclear a altísimas temperaturas entre los átomos que contiene el agua, dando lugar a un núcleo más pensado y liberando una gran cantidad de energía. Su complejidad la hace inviable como fuente comercial a corto plazo, ya que solo existen tres máquinas capaces de ofrecer la energía suficiente para desarrollar este proceso, pero marca sin duda un primer paso hacia una transformación histórica.
Los efectos de la crisis ambiental son cada vez más evidentes, pero para disponer de la energía de fusión faltan varias décadas, en el mejor de los casos. Para tener un impacto significativo en el mercado eléctrico, serían necesarias al menos 500 plantas en funcionamiento. En la actualidad, existen 440 reactores de fisión nuclear en operación en el mundo que producen alrededor del 10% de la electricidad total, esto pone de relieve la dificultad de ver efectos a corto plazo en materia energética.
Alternativas actuales para energía limpia y barata
Hidrógeno verde
Entre tanto, otro tipo de energías como el hidrógeno verde siguen avanzando con fuerza para ofrecer alternativas a los combustibles fósiles para las industrias. Un ejemplo en su aplicación es la compañía aeronáutica Airbus, que está desarrollando un motor de pila de combustible impulsado por hidrógeno. Una solución que permitiría acercarse a la meta que se ha fijado para la próxima década: fabricar aviones cero emisiones.
Por otro lado, también se están dando los primeros pasos en la construcción de hidrogeneras, con corredores de grandes hidroductos internos que unan España, Portugal y Francia, para hacer una columna vertebral de infraestructuras para toda Europa.
Eólica marina
Cada vez con mayor presencia y necesidad, se están construyendo parques offshore que permitan afrontar de manera real la transición energética. Todos los países aceleran en esta llamada a la energía limpia. Australia el último sumarse, ha desarrollado un parque que tiene el potencial de albergar 10 gigavatios de capacidad eólica, el equivalente a unas cinco plantas de carbón.
En España, y concretamente las Islas Canarias, también trabajan en la instalación de más de 200 MW de eólica marina flotante. Galicia tampoco se queda atrás y busca situar a 30 kilómetros de Vigo 34 aerogeneradores y 510 MW de potencia, abasteciendo de energía a más de la mitad de la población de la ciudad.
Energía Fotovoltaica
En cuanto a la energía fotovoltaica, esta pretende dar un paso al frente y situarse como líder en términos de energía renovable. Entre 2023 y 2026, se instalarán en España casi 29,3 gigavatios (GW) de fotovoltaica, una potencia equivalente al suministro eléctrico de dos tercios de los hogares nacionales. Se trata del segundo país de Europa que más capacidad solar añadirá a la red en los próximos cinco años, solo por detrás de Alemania.
Según el último informe de SolarPower Europe, para el año 2026 España contará con una capacidad total cercana a los 48,3 GW. Hablamos de un incremento del 154% con respecto a 2021, que convertirá al país en el octavo que más potencia instalará a nivel mundial. En este grupo destaca China, con la incorporación de 505,8 GW fotovoltaicos, seguida de Estados Unidos (188,6 GW) e India (116,4 GW).
Con este panorama, estamos sin duda ante una revolución energética que transformará todo nuestro sistema productivo. En esa transición, todas las industrias deberán afrontar cambios estructurales acelerados para dar respuesta a este nuevo escenario global marcado por una energía verde y sostenible, que se hace más necesaria y urgente que nunca.