Energías renovables

Hidrógeno rosa y e-fuels para coches de combustión: los últimos giros en la descarbonización de la UE

24 de marzo de 2023

  • España, Francia, Portugal y recientemente Alemania quieren crear un corredor que transportaría el 10% del consumo de hidrógeno de la UE en 2030, lo que equivale a unos dos millones de toneladas al año. La duda surge ahora en el ‘color’ que tendrá el hidrógeno transportado. Desde España, potencia en energías renovables, apuestan por el verde, mientras que Francia inclina la balanza hacia el rosa por su peso destacado en energía nuclear.
  • En paralelo, la UE ha abierto la puerta estos días a permitir vehículos de combustión más allá de 2035 si usan exclusivamente ‘e-fuel’ o los llamados combustibles sintéticos

Europa tiene muy presente su objetivo de neutralidad climática. Se trata de reducir las emisiones en un 55% en siete años y ser neutrales en carbono para 2050. El camino para lograr ese objetivo se ha intensificado a raíz de la crisis energética desatada con la invasión rusa de Ucrania. Los países de la UE han buscado alternativas para reforzar su independencia y también para acabar con las actividades más contaminantes, como la combustión de combustibles fósiles.

H2MED: el supercorredor de hidrógeno y su color

Una de las iniciativas estrella en ese sentido es el H2Med, un proyecto que nace de la unión de Portugal, España, Francia y la reciente incorporación de Alemania. El objetivo es suministrar hidrógeno renovable a través de un corredor que una la península ibérica con el centro Europa.

Oportunidad para España

Con esta propuesta, España aspira a convertirse en uno de los principales productores de hidrógeno verde. Además de situarla en una posición privilegiada en cuanto a la producción de energía limpia, también la convertiría en exportadora a toda la UE. Incluso podría establecerse como la puerta de entrada del hidrógeno verde procedente del norte de África.

La propuesta es que gaseoducto se extienda con 248 kilómetros de longitud, desde Celorico da Beira hasta Zamora. El otro conducto, un enlace submarino, será el que vaya de España a Francia conectando las ciudades de Barcelona y Marsella. Mediría 455 kilómetros y alcanzaría una profundidad de 2,5 kilómetros.

Verde vs rosa

Sin embargo, en los últimos días ha aflorado una nueva polémica, y es que Francia quiere que ese corredor funcione en ambas direcciones y que a la inversa ellos también puedan exportar su hidrógeno rosa.

El hidrógeno se produce a través de la electrólisis del agua, que separa el hidrógeno (H2) del oxígeno (O). El conocido como “hidrógeno verde” es en el que esa electricidad necesaria se ha obtenido de fuentes renovables como la eólica o la solar. El “hidrógeno rosa”, en cambio, usa para la electrólisis energía producida en centrales nucleares, de la que Francia es una potencia.

La Comisión Europea se ha abierto a considerar el “hidrógeno rosa” con una etiqueta análoga al hidrógeno generado con energías renovables. Esta postura aún debe ser respaldada por los Veintisiete y la Eurocámara, pero ya está generando mucha polémica y afecta ahora también al futuro del super proyecto H2MED.

E-fuel y ¿fin del veto a los coches de combustión?

Hace tiempo que Bruselas anunció el fin de la venta de coches de combustión para 2035. Alemania, Italia y en general varios fabricantes internacionales expresaron su disconformidad con esta medida que, parece, se abre ahora a un pequeño escollo: los combustibles fósiles.

La industria defiende que la tecnología eléctrica no está suficientemente madura, ni por parte de las plantas de producción, ni en infraestructuras ni en interés del consumidor, y que mientras se transita hacia esa adaptación, debe dejarse hueco a explorar otras posibles tecnologías que no contaminen pero que no pasen necesariamente por la electrificación de los vehículos.

Neutralidad climática y precio

Ante estas reclamaciones, la Comisión Europea está considerando un posible encaje de los combustibles sintéticos para vehículos de combustión más allá de 2035. Se permitirían así los vehículos que utilicen exclusivamente combustibles neutros en carbono, demostrando que no pueden funcionar con ningún combustible fósil.

Para la fabricación de estos e-fuels se utiliza agua y electricidad obtenidos de renovables, con los que se obtiene hidrógeno, y CO2 que se extrae de la atmósfera. Por eso, aunque esos motores continuarían expulsando CO2, se consideran “neutros” porque sería el mismo que antes fue usado para producir el propio combustible.

En todo caso, se apruebe o no esta alternativa, parece que estaría solo reservada para los conductores más pudientes, y es que llenar el depósito con estos e-fuels crecería hasta los 210 euros.