La propia UE estima que, en 2035, sólo la actividad de los drones urbanos creará 100.000 empleos directos, con un impacto superior a los 10.000 millones de euros. Y la consultora Morgan Stanley prevé que, sólo cinco años después, los servicios de aerotaxis y los prestados con drones supondrán un pastel de 1,5 billones de dólares, un 60% procedería del transporte de pasajeros. De ahí que a los agentes previsibles -Airbus, Boeing o Rolls-Royce PLC- se sumen otros como Amazon y fabricantes de coches -Hyundai, FCA o GM- forzados a convertirse en proveedores de movilidad
Uno de los proyectos que lidera la Unión Europea y que pretende trasladar los coches del asfalto al cielo se llama AMU-LED. «Se trata de habilitar el cielo de las ciudades para poder realizar operaciones como el transporte de pasajeros, mercancías, emergencias y también servicios de vigilancia, entre otros muchos», apunta López Fidalgo. Esta ambiciosa iniciativa de movilidad inteligente que apunta a las nubes contempla la realización para el año 2022 de una de las mayores demostraciones de servicios de con vehículos aéreos en un entorno urbano.
La idea es poner en el cielo de Santiago un servicio de taxi usando un dron aéreo diseñado para llevar a una persona a bordo, pero también otros aparatos con misiones diferentes como, por ejemplo, mover mercancías o realizar servicios de emergencia, colaborando con el 061» «Se probarán distintos tipos de drones, taxis aéreos y otras aeronaves con diferentes servicios: transporte de pasajeros, de carga, entrega de equipos médicos, vigilancia, etc»,
En el 2022 un taxi volará sobre el cielo de Santiago. Debemos interiorizar que esto es posible», reconoce.
«Algunos estudios estiman que en el 2035 unos veinte mil drones volarán cada hora por encima de una ciudad como París. Evidentemente el desafío reside en diseñar entornos lo suficientemente seguros, como ocurre ahora con la aviación tripulada. Es decir, no se trata solo de que el dron pueda volar, sino de que existan unas vías aéreas y sistemas de control», concluye López.
El objetivo es que la información obtenida sirva para que, a partir de 2023, entidades como Easa, la Agencia Europea de Seguridad Aérea, empiecen a diseñar esa movilidad aérea urbana, ahora restringida a desplazamientos concretos y autorizados.
«A priori, llenar el espacio aéreo de vehículos autonómos será más fácil que regular el tráfico de los coches sin conductor, ya que estos últimos conviven en un ecosistema mucho más complejo con otros miles de vehículos que no son autopilotados, con peatones, con bicicletas, dentro de las ciudades…» señala Joseba Lasa, de Tecnalia.
Pero también habrá similitudes entre unos y otros. «Las alturas a las que se ensayarán los drones, los aerotaxis y las otras aeronaves, irán desde menos de 150 metros para los primeros, hasta unos 500 metros. En todo caso, siempre por debajo de los 2.000 metros que ya exigirían presurizarlos. Y la idea es que se diseñen corredores a distintas alturas, uno para cada tipo de transporte».
El Cigala, envuelto en un accidente con un coche fúnebre en República Dominicana
El objetivo es que no requieran de control desde tierra y sean 100% autónomos, «bien por sus propias capacidades o bien guiado a través de las órdenes que reciba dentro de su propio corredor». Es decir, del mismo modo que ya hay automóviles que se comunican con la infraestructura y está les avisa de cuándo se va a cerrar el siguiente semáforo. O, a través de la nube, saben que ha habido un accidente o está nevando varios kilómetros por delante. «Por eso, una parte del trabajo será reforzar los protocolos que garanticen que los vehículos se detectan y comunican entre ellos» apostilla Irene Canmino, de Everys.
Vertipuertos:
Un vertipuerto es un helipuerto con instalaciones para la recarga de baterías eléctricas, es decir, una pista de despegue y aterrizaje para vehículos aéreos eléctricos.
Hace dos semanas, ferrovial ya reveló su acuerdo con la startup de vehículos aéreos alemana Lilium para construir y operar 10 vertipuertos en Florida (Estados Unidos) hasta 2025. Lilium se encargará de construir los jets para esos vuelos eléctricos.
un proyecto para desarrollar 20 vertipuertos en España, lo que supone la primera red de infraestructuras para aeronaves eléctricas de despegue vertical proyectada en el país y con la que busca reducir los trayectos en coche, la congestión y las emisiones de CO2 en las carreteras.
Allí, los jets de Lilium van a permitir viajar a 300 kilómetros por hora en un radio de 300 kilómetros y el proyecto se enfoca en la movilidad regional, no interurbana, , sin ceñirte a los horarios que te puede marcar un AVE pero con la misma velocidad. Los llaman ‘vertipuertos’, calculan que costarían 200 millones y argumentan que pondrían España a la vanguardia de este nuevo sistema de movilidad. Solo hay una condición: el 50% de ese coste se tendría que sufragar con los fondos europeos de recuperación del covid. De lo contrario, no sería viable.
El fabricante automovilístico surcoreano Hyundai y la firma de viajes compartidos estadounidense Uber anunciaron este lunes un acuerdo para colaborar en la creación de un sistema de taxis aéreos, que permita a los pasajeros desplazarse de un punto a otro en un equivalente a los helicópteros actuales.
esperan realizar las primeras pruebas este mismo año y desplegar el servicio al completo en 2023. El vehículo aéreo diseñado por Hyndai ha sido bautizado como S-A1, será 100 % eléctrico, podrá alcanzar los 290 kilómetros por hora y recorrer distancias de hasta 100 kilómetros (es decir, se especializará en trayectos cortos de menos de treinta minutos). Estos helicópteros, con dos pilotos como tripulantes, pueden dar servicio hasta a cinco personas.
El precio de un billete será similar al del avión. Comparado con viajar en coche, sería hasta tres veces más caro que viajar con un automóvil en propiedad, todo incluido.
firma Mobility Institute Berlin, pone en duda la verdadera utilidad de este sistema como alternativa al tren, el avión o el coche. «Hablamos de un concepto pensado de inicio para gente de alto poder adquisitivo, con máquinas que pueden cargar cuatro o seis personas. No es un medio masivo, no podrá mover muchas personas. Probablemente, haya mercado para directivos y perfiles similares, pero está por ver si eso es económicamente viable»,
El frente regulatorio es el otro gran muro. «Necesitamos un cambio legislativo muy importante en España para que este modelo funcione. AENA no opera como en otros aeropuertos europeos, donde puedes sobrevolar parte de las ciudades. Aquí está prohibido. Ni con drones. Supondría cambiar toda la regulación del tráfico aéreo, y eso no es baladí»,